En el corazón del Puerto Salvador Allende, una joven emprendedora de 22 años está endulzando la vida de sus clientes con un toque francés. Mirna Esther Urbina, con su encantadora sonrisa y espíritu emprendedor, ha dado vida a “Ke Crepas, un pequeño negocio que nació de un sueño y una chispa de inspiración.

Desde pequeña tenía el plan de tener un negocio de comida, pero no sabía qué tipo de comida. Entonces conocí a un francés, tuvimos una cita y hablamos de negocios. Me dijo que me ofrecía las crepas, me llevó a un lugar a comer y me dijo: ‘Te puedo mostrar la receta de las crepas francesas’”, comentó la joven.

Se entrenó durante tres meses hasta que dio vida a este negocio. Con su propio capital, se surtió de materia prima y herramientas para el trabajo, una visión que se materializó en marzo de 2024.

La historia de “Ke Crepas” es un testimonio del poder de la pasión y la determinación. El nombre del negocio es un juego de palabras que significa “¿Quieres crepas?” en francés, un guiño a la autenticidad y al encanto que Mirna imprime en cada una de sus creaciones, a las que añade un ingrediente clave.

“El licor es parte esencial de nuestra mezcla. Es muy diferente a las demás crepas de Nicaragua. En Francia, las crepas son muy comunes, incluso hay un Día de las Crepas cada 2 de febrero, que es muy importante para los franceses“, explicó.

Un negocio que destaca por su calidad y variedad

La aceptación de “Ke Crepas” ha sido notable desde sus inicios. Los clientes se sienten atraídos por la calidad de las crepas, la variedad de sabores y la calidez del servicio. Además, el negocio está instalado en el Puerto Salvador Allende, un punto de gran afluencia de visitantes.

“Gracias a Dios, me ha ido súper bien. Al inicio la gente no conocía las crepas, entonces empecé a dar degustaciones y con eso comenzaron a venir y les encantó“, dijo.

“Este y otros negocios de jóvenes están impulsando la economía familiar, una economía que ha venido creciendo en nuestro país. El puerto también está creciendo en los negocios con propuestas nuevas, frescas y de jóvenes, manifestó Jhony Arellano, responsable de negocios del Puerto Salvador Allende.

Mirna no se conforma con el éxito actual. Habla inglés y pronto iniciará sus clases de francés. Su meta es seguir creciendo, expandir su negocio y llevar el sabor de sus crepas a más personas.

Periodista: Nerys Bonilla