Un perol con más de 100 servicios de baho a 100 córdobas vende a diario Gabriela Altamirano, propietaria del negocio Paola Hermana, que se ubica de los semáforos de Linda Vista, una cuadra al sur.

Altamirano, con más de 33 años dedicándose a este negocio, destacó que en los días de pago vende hasta tres peroles, siendo los adultos mayores sus principales clientes.

Con el negocio de baho, Altamirano mantuvo a su familia, ayudó a que sus hijos coronaran una carrera profesional, además construyó su vivienda y generó más de cinco empleos.

«Aprovecho cada centavo de lo que gano para poder salir adelante. Pienso que no vendo caro, creo que este lugar es el más barato y donde se sirve más hermoso. Siempre digo: ‘come y comamos’, entonces digo que este baho tiene las tres B: bueno, bonito y barato. La gloria y la honra son para Dios, porque todos los jubilados… podrá haber otras ventas de baho, pero todos se vienen aquí y son filas para despachar. Es una bendición que Dios me ha dado», explicó Altamirano.

Superación a través del trabajo

De la misma forma que esta pequeña empresaria sostiene su economía familiar, son muchos los trabajadores por cuenta propia que también lo hacen y salen adelante al llevar el sustento al hogar, poner a sus hijos a estudiar e invertir en las mejoras de sus viviendas.

Así lo aseguró Silvia Elena Fajardo, concesionaria de la Lotería Nacional y propietaria de la venta de dulces, galletas y otros productos desde hace más de 30 años.

Julio Prado es zapatero y tiene más de 20 años dedicándose a ese oficio, con el cual lleva el sustento a su hogar. Ahora que sus hijos ya crecieron, lo que gana también lo destina a disfrutarlo con sus nietos.

Estos trabajadores por cuenta propia agradecen las facilidades que les brindan desde las instituciones para la formalidad de sus negocios y la oferta de sus artículos y productos.

En Nicaragua, los trabajadores por cuenta propia y los emprendimientos aportan significativamente al desarrollo de la economía familiar.

Periodista: Celia Méndez