En julio, China sufrió graves desastres naturales que afectaron a más de 26 millones de personas, debido a intensas lluvias e inundaciones. Estos eventos provocaron la muerte o desaparición de 328 personas y obligaron a reubicar a más de 1,1 millones. Las pérdidas económicas directas se calcularon en 76.800 millones de yuanes (10.700 millones de dólares).
El informe de la Oficina del Comité Nacional para la Reducción de Desastres y el ministerio de Gestión de Emergencias revela que el mes estuvo marcado por fuertes lluvias, inundaciones, tifones, deslizamientos de tierra y otros fenómenos naturales. Las precipitaciones extremas causaron inundaciones severas, con una precipitación promedio de 132 milímetros, un 11% más que el promedio normal.
Los ríos importantes como el Yangtsé, el Amarillo y el Huaihe, junto con el lago Taihu, experimentaron inundaciones graves. Además, 706 ríos en 27 provincias superaron los niveles de advertencia, exacerbando la situación.
Para enfrentar la crisis, los ministerios de Finanzas y de Gestión de Emergencias asignaron fondos en varias ocasiones, incluyendo un nuevo fondo de 465 millones de yuanes (más de 64 millones de dólares). China mantiene la alerta ante pronósticos de fuertes lluvias y ha instado a la vigilancia de ríos, diques y embalses, especialmente en el noreste del país.
Fuente: Prensa Latina
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